Con lactancia materna

Las recomendaciones de la OMS son claras; el mejor alimento para un bebé desde el nacimiento, y hasta los 6 meses de vida, es la lactancia materna exclusiva y a demanda.

A demanda significa que no hay un horario para darle el pecho, ni un tiempo de espera entre tomas, ni un tiempo de duración de las tomas, es el bebé el que marca el ritmo y el que irá pidiendo y regulando, a su forma, la leche que necesita.

Algunos bebés demandan mucho más estar al pecho de la madre, haciendo las pausas entre tomas más cortas, mientras que otros bebés las espacian más en el tiempo.

Como es lógico, con la lactancia materna es imposible saber con exactitud la cantidad de leche que toma el pequeño, pero hay algunas señales que puedes tener en cuenta si das el pecho y que pueden ayudarte:

  • El momento de cambiar de pecho es cuando el bebé suelta espontáneamente el pezón.
  • Algunos niños se alimentan y necesitan sólo tomar leche de un pecho, mientras que otros vacían los dos, por lo que no debe preocuparte si hace una cosa o la otra, es el bebé quien regula esto y dependerá del hambre que tenga.
  • Cuando el bebé es recién nacido, a menudo se duerme al pecho en medio de la toma, y es bueno estimularle suavemente, acariciándole la mejilla, los pies o la espalda, para que se despierte ligeramente y siga mamando.
  • La lactancia materna no supone únicamente alimento para el bebé, también es una forma de apego, calma y protección. A veces el bebé puede terminar la toma, pero quiere seguir enganchado al pezón para seguir sintiendo el calor de su madre. Cuando esto ocurre, el ritmo de la succión cambia y es mucho más suave.
  • No hay pautas de tiempo exactas a la hora de amamantar porque cada bebé es único y necesita un tiempo diferente para sentirse saciado. Lo que sí está claro, es que durante los primeros meses la demanda es mayor, y a la vez, el bebé necesita más tiempo en el pecho para cada toma. Con el paso de los meses, el bebé va creciendo, su boca es de mayor tamaño, y al ganar más destreza succionando, necesita menos tiempo para extraer toda la leche que necesita.
  • El pecho también puede dar pistas de cómo va la toma, ya que cuando se nota más blando, menos congestionado, significa que se ha ido vaciando.

 

Madre dándole el biberón a su bebé

 

Con la lactancia artificial

Si tu bebé toma biberón, te resultará mucho más fácil controlar las cantidades de leche, aunque tampoco debe preocuparte porque, aunque no des pecho, las pautas deben ser las mismas que en la lactancia materna, pues la lactancia artificial también debe ser a demanda.

Existe una fórmula general que se emplea para calcular la cantidad de leche que debe tomar un bebé según su peso: 74 ml de leche por cada 450 g de peso corporal a día. Es decir, si tu bebé pesa 4.500 g, deberás darle 740 ml de leche al día repartido en 6 o 7 tomas.

Otra referencia que te puede servir para saber si se queda con hambre, es controlar la cantidad de los biberones y ver si se los acaba hasta la última gota. Sí es así, lo recomendable es subir un poco más la cantidad de leche.

Como decíamos anteriormente, siempre han de primar la demanda del bebé y las indicaciones del pediatra, pero como orientación, esta tabla puede serte de ayuda:

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infantis IM1bifidobacteria patentada y de uso exclusivo de Ordesa, característica de los bebés alimentados al pecho.

 

No te abrumes con todos estos datos, al final, tu instinto de madre/padre también te ayudará, y poco a poco irás conociendo más a tu bebé y sus necesidades. Mientras esto ocurre, los datos que mejor información pueden darte acerca de si estás dando la cantidad de leche adecuada a tu bebé son: la progresión en su ganancia de peso, si llora al terminar de comer o se queda tranquilo, y la frecuencia de sus deposiciones.