El sueño y los recién nacidos

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El sueño y los recién nacidos

 

Los recién nacidos aún no tienen conciencia del día y la noche. Duermen todo el día y, como sus pequeños estómagos no retienen suficiente leche materna o fórmula para mantenerlos satisfechos durante mucho tiempo, se despiertan con frecuencia a comer; sin importar qué hora del día o de la noche sea.

¿Cuánto dormirá mi bebé recién nacido?

Los bebés recién nacidos pueden dormir hasta 18 horas por día y se despiertan cada algunas horas para comer. Los bebés amamantados se alimentan con frecuencia, aproximadamente 8 a 12 veces por día. Los bebés que se alimentan con biberón suelen comer con menos frecuencia, aproximadamente cada 3 a 4 horas.

Como a esta edad la necesidad de alimento es más fuerte que la necesidad de dormir, es necesario despertar a los bebés que duermen durante más tiempo. Despierte a su bebé cada 3 o 4 horas para comer hasta que muestre un buen aumento de peso, lo cual suele ocurrir en las primeras semanas. Después, puede dejar que su bebé duerma durante más tiempo.

Los bebés tienen diferentes fase de sueño, como cualquier persona: somnolencia, sueño REM (movimiento rápido de los ojos), sueño ligero, sueño profundo y sueño muy profundo.

Los primeros meses de la vida de un bebé pueden ser los más difíciles para los padres, que tal vez se despierten muchas veces a la noche para atenderlo. Cada bebé tiene su propio patrón de sueño. Muchos bebés comienzan a dormir “durante toda la noche” (durante 5 a 6 horas seguidas) a los dos meses de edad, pero no todos los bebés lo hacen.

¿Cómo deben dormir los bebés?

Durante las primeras semanas de vida de un bebé, algunos padres optan por compartir la habitación. Al compartir la habitación se coloca el moisés o la cuna del bebé en la habitación de los padres en lugar de hacerlo en otra habitación. Esto permite tener al bebé lo suficientemente cerca como para que la escuche, la huela o la sienta. Esto puede ser de ayuda para la alimentación y los hábitos de sueño del bebé y también ayuda a los padres a dormir un poco más. Pero no todos pueden compartir la habitación; cada familia debe decidir qué es lo mejor para ellos.

Si bien compartir la habitación es seguro, colocar al bebé a dormir en la cama junto con los padres no lo es. Aun cuando muchas culturas apoyan la costumbre de compartir la cama, el bebé corre el riesgo de asfixiarse o estrangularse, y los estudios han demostrado que hay una mayor incidencia de síndrome de muerte súbita del lactante en las familias en las que el bebé duerme en la cama de los padres.

Siga estas precauciones de seguridad con su pequeño:

  • Coloque al bebé a dormir boca arriba, no lo coloque boca abajo ni de costado. La tasa de síndrome de muerte súbita del lactante se redujo desde que la Academia Americana de Pediatría introdujo esta recomendación en 1992. Dormir boca abajo con pocas o ninguna posibilidad de cambiar la posición de la cabeza puede bloquear las pequeñas vías aéreas del bebé y hacer que “vuelva a respirar” su propio dióxido de carbono. En esta posición, la temperatura de los bebés también pueden elevarse (otro factor de riesgo para el síndrome de muerte súbita del lactante) y la ropa de cama puede bloquearles la boca o la nariz.
  • Asegúrese de que el moisés cumpla con las normas actuales de seguridad. Utilice un colchón firme para el moisés con una sábana que quede bien ajustada.
  • No coloque nada más en la cuna o el moisés. Los elementos, como juguetes de peluche, almohadas, frazadas y protectores, pueden entrar en contacto con el rostro del bebé y bloquear la respiración.
  • Esté atento a otros peligros. Evite elementos con cordones, cordeles o cintas que se puedan enroscar alrededor del cuello del bebé y objetos de cualquier tipo que tengan una esquina o un borde filoso. Busque elementos que su hijo pueda tocar mientras está sentado o parado en la cuna. Los móviles, adornos colgantes, cuadros, tapices y los cordeles de las persianas podrían ser peligrosos si se encuentran al alcance del niño.

Ayudar a su recién nacido a dormir

Establecer una rutina para la hora de ir a dormir (bañarse, leer y cantar) ayudará a su bebé a relajarse y dormir bien. Aun cuando el recién nacido pueda ser demasiado pequeño como para comprender las señales, establecer una rutina para ir a dormir puede ayudarlo más adelante. Y poner al bebé en la cuna por la noche le enseña al pequeño que ese es el lugar para dormir.

Si el recién nacido está molesto, puede acunarlo, abrazarlo y cantarle hasta que se tranquilice. Durante los primeros meses de vida, definitivamente no estará “malcriando” al niño. (De hecho, a los recién nacidos a los que se los alza durante el día suelen darles menos cólicos y molestias).

Es posible que lleve algunas semanas que el cerebro de su bebé distinga entre el día y la noche. Lamentablemente, no existen trucos para lograr que esto ocurra más rápido, pero mantener el silencio y la calma durante las alimentaciones y los cambios de pañal durante la noche puede ser de gran ayuda. Intente mantener las luces bajas y resista el deseo de hablarle al bebé o de jugar con él. Esto reforzará el mensaje de que la noche es para dormir.

Además, no intente mantener despierto al bebé durante el día esperando que duerma mejor por la noche. Los bebés que están demasiado cansados tienen más problemas para dormir de noche que los que han dormido lo suficiente durante el día.

Cuándo llamar al médico

Si bien la mayoría de los padres pueden esperar que el bebé recién nacido duerma o tome siestas la mayor parte del día, la variedad de lo que se considera normal es muy amplia. Si tiene preguntas acerca de lo mucho (o lo poco) que está durmiendo su bebé, o si su bebé parece demasiado molesto y no es posible calmarlo, hable con su médico.

Si resulta difícil despertar a su bebé o si no muestra interés por comer, llame inmediatamente al médico para que lo tranquilice o le dé consejo médico.

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